En un pasado lejano, cuando Hennie stamsnijder y Ronald Liboton aún recorrían la pradera con la bicicleta al cuello, se llamaba "bicicleta de ciclocross". En la época de Adrie van de Poel, se convirtió en la "bicicleta de ciclocross" y hoy se clasifica entre las bicicletas de grava.

La mayor diferencia con, por ejemplo, una Diverge es el peso y la rigidez de este modelo. La Crux es la "Gravelbike" más ligera del mundo. Con sólo 725 gramos de peso en el cuadro, es un auténtico peso pluma.

El ángulo de la pipa de dirección es pronunciado y, por tanto, algo agresivo, lo que garantiza un manejo muy preciso. El basculante es un poco más corto, lo que lo hace más directo y rápido al acelerar. Esto la diferencia de la geometría algo más "perezosa" de la Diverge y la convierte en un auténtico monstruo de carreras.

No es para todo el mundo. Pero para aquellos a los que les gusta pedalear rápido y consideran que el peso es más importante que la comodidad, la Crux es la única elección correcta.